- Los diálogos se han desarrollado en diversas comunas donde el Servicio Mejor Niñez ha dispuesto su oferta de manera integral. En la oportunidad participaron niños, niñas y adolescentes de Coelemu y Ranquil.
El Servicio Mejor Niñez Ñuble sigue desarrollando los diálogos participativos en la región, los que tienen como objetivo levantar un diagnóstico de la realidad de la participación de niños, niñas, jóvenes y sus familias en el territorio, así como recoger las percepciones y experiencias de éstos, con la finalidad de mejorar los procesos del servicio.
Cabe recordar que Mejor Niñez comenzó sus operaciones en octubre del año pasado, por lo que contar con un diagnóstico es fundamental para el proceso de implementación, sobre todo que este diagnóstico levante las necesidades y anhelos de niños, niñas, adolescentes y las familias que participan de la intervención del Servicio, en este contexto la Directora Regional de Mejor Niñez Ñuble, Virginia Alvayay, mencionó que “el derecho de los niños, niñas y adolescentes a ser oídos, escuchados y a participar es un derecho fundamental que debe ser garantizado y que los diálogos participativos son una instancia privilegiada para ejercer este derecho. El proceso de instalación del Servicio Mejor Niñez en Ñuble requiere escuchar la voz de los niños, niñas y adolescentes, para que sus programas y proyectos sean más efectivos y respondan verdaderamente a sus anhelos y aspiraciones”, enfatizó.
Al respecto, el analista de participación de Mejor Niñez, Rodrigo Coloma, menciona que “es relevante poner atención siempre a lo que tengan que decir niñas, niños y adolescentes, por eso es que realizamos una escucha activa en todo momento. Ellos son sujetos de derecho, por lo que conocer sus impresiones es fundamental”, comentó en el marco de la jornada que tuvieron en Coelemu y Ranquil”, argumentó.
En palabras de Rosario Rivera, coordinadora de la OPD Valle del Itata de Coelemu – Ranquil, resulta muy importante este tipo de acciones. “Para nosotros es sumamente relevante cada instancia de participación en la que nuestros niños, niñas y adolescentes puedan involucrarse de manera efectiva. Es su derecho, por tanto, nosotros como garantes tenemos el deber y la responsabilidad de promoverlo y abrir espacios para que esto se pueda concretar. La idea es que ellos puedan emitir sus opiniones, ideas, sentires, percepciones de lo que les interese, pero que no quede solamente en eso, sino realizar esfuerzos para trascender hacia acciones e iniciativas que de alguna forma permitan la ejecución de esos sentires y anhelos”, puntualizó.
No sólo la implementación del Servicio es un factor por considerar en el diagnóstico, también ha quedado de manifiesto cómo la crisis sanitaria producto del covid-19 ha impactado en aspectos como la convivencia, relaciones sociales y la participación. Los encuentros se organizan por grupos etarios; niños y niñas de seis a ocho años; niños, niñas y jóvenes de nueve a 13 años; y jóvenes de 14 a 18 años. Además, se han considerado diálogos con familias.