La magnitud de los comicios lo convierten en los mayores del país en cuanto a votantes y cargos. Sin embargo, la campaña electoral también se ha transformado en la más sangrienta de la nación azteca.
Si bien las cifras varían levemente según la medición, un reporte delThe New York Postpublicado el 25 de mayo detalló que al menos 36 candidatos a diferentes puestos han sido asesinados desde junio.
Desde entonces, se han reportado nuevos casos: el martes el candidato suplente a presidente municipal de la ciudad de Cuautla, estado de Morelos, Ricardo Arizmendi, fue asesinado a balazos en una plaza comercial.
Apenas un día después, José Alfredo Cabrera Barrientos, candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, municipio en el estado en Guerrero, también muriótras ser baleado a quemarropa, hecho que generó conmoción además porque fue captado en video.
Pese a esto, lo visto en el actual proceso no deja de llamar la atención por la sangre fría con la que los grupos criminales han actuado en contra de los postulantes.
La citada investigación remarca que la violencia electoral “deteriora la calidad de la democracia y la gobernabilidad del país. Los partidos políticos mexicanos están conscientes de ello”.
“Los últimos tres procesos electorales han sido muy violentos y existe un consenso respecto a que la violencia tendrá un rol decisivo en las elecciones generales del 2024”, vaticinó aquel trabajo.
En conversación conBioBioChile, Vanessa Cárdenas, académica del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae ratificó que estas elecciones son históricas, entre otras cosas, por la irrupción del crimen organizado.
Fuente: BiobioChile.cl