Todo partió en una escuela de fútbol de Colo-Colo. Ahí empezó a desarrollar sus talentos y a demostrar que quería la vida soñada del futbolista. La escuela era en Viña, pero destacó tanto, que lo trasladaron a Santiago.
Antes de cumplir los trece, abandonó al Cacique porque no pudo acostumbrarse a los largos traslados entre la capital y su natal Placilla de Peñuelas. Encontró en Santiago Wanderers el espacio para seguir creciendo.
Con los caturros hizo todas las divisiones inferiores, y en 2021, con 19 años, firmó su primer contrato profesional, y debutó por Wanderers. Jugó seis partidos y construyó los cimientos de un ascenso meteórico.
Wanderers descendió y Lucas conoció el rigor de la Segunda División. En 2022 fue un jugador de rotación y en 2023 se consolidó como gran figura del primer equipo, teniendo a Carlos Muñoz como gran amigo y padrino.
Eso le permitió una nominación a la selección sub-23 que disputó el Preolímpico de Venezuela.
Jorge Almirón, el nuevo entrenador de Colo-Colo puso su mirada en él. Lo pidió como la gran apuesta del año.
Cuando llegó, publicó un mensaje que decía: “nos volvemos a encontrar”, porque tuvieron que pasar casi 10 años para que pudiera vestirse del blanco que lo vio nacer.
Con el paso de los partidos se fue ganando su espacio y fueron goles agónicos, contra Everton y contra Cerro Porteño en la Libertadores, los que mostraron que este muchacho es de una especie distinta.
Su 2024 en Colo-Colo terminó con 34 partidos jugados, 8 goles y el título de campeón. Recibió el llamado de Gareca para la selección y debutó el 10 de octubre en la derrota con Brasil.
Contra Venezuela no iba a ser titular, pero la lesión de Diego Valdés le presentó la oportunidad. Y jugó para nunca más soltar la camiseta. Dos golazos, pero golazos, y una asistencia fue el saldo de aquel joven que se formó en una escuela de Colo-Colo, conoció los potreros, se consolidó en el Cacique, fue campeón y anotó un doblete en un partido de Chile. Y aún no cumple los 22 años.
Lucas Cepeda, el niño que soñó con ser futbolista y se convirtió en la nueva gran apuesta del fútbol chileno.