Nicolás Jarry, tenista número uno de Chile, comandará al equipo nacional que enfrentará este fin de semana a Argentina por la final de la Zona Americana I de la Copa Davis.
Las cartas están puestas en el nieto de Jaime Fillol, quien ha tenido un alza en su nivel que lo ha puesto a los oídos de varios de los rivales del circuito.
Desde enero de este año que Jarry dejó el ‘anonimato’. En marzo llegó hasta la final del ATP 250 de Sao Paulo, perdiéndola ante el italiano Fabio Fognini.
“Jugar tenis es más difícil que ser famoso. La disciplina, el profesionalismo que uno tiene que lograr. La cabeza que uno necesita para entrenar todos los días y mantenerse contento, enfocado en todas las cosas que tiene el tenis. Es difícil. Uno siempre está solo, todas las semana uno pierde y eso a nadie le gusta”.
La soledad a la que se refiere dice que trata de lidiarla con algún amigo o cuando es más complicado recurre al sicólogo.“Cuando tengo un problema, soy de cerrarme mucho. Me cierro y trato de encontrar el camino yo solo. No converso con nadie, trato yo mismo de buscar una solución al problema que tengo. Y si es que no lo puedo encontrar, recurro a un amigo,si es que creo que es un tema más personal y, a veces, a un sicólogo con el que trabajo desde los 17 años”, expresó.