La segunda versión de la Fiesta del Chancho en Caserío Linares convocó ayer a más de 300 personas que llegaron a degustar lo más tradicionales sabores de la gastronomía de Ñuble.
La actividad, que encabezó el alcalde Sergio Zarzar y el presidente junta de vecinos del sector, Leonardo Rayo, se desarrolló en la extinta escuela del caserío, lugar donde toda la comunidad trabajó para satisfacer la gran demanda de visitantes que aprovecharon el gran espacio destinado a estacionamientos y el tibio sol de junio para asistir en familia a la fiesta.
Chicharrones, sopaipillas con zapallo fritas en olleta, costillares, prietas o cazuela con chuchoca fueron las estrellas en una jornada inolvidable, lograda gracias a una subvención municipal dirigida a la junta de vecinos. «Es maravilloso ver a la gente reunida junto a sus familias disfrutando las exquisiteces gastronómicas que ofrece este sector de nuestro querido Chillán, la cual demuestra, una vez más, que se preocupa de resguardar nuestras tradiciones e identidad», expresó el alcalde Zarzar, quien a la vez agradeció la presencia de folcloristas y bailarines llegados de Rucapequén y que brillaron en el escenario.
La fiesta continúa hoy y se espera nuevamente la llegada masiva de un público de Chillán y Ñuble que siempre está dispuesto a degustar las delicias que ofrece lo más tradicional de la cocina nacional. La entrada es liberada.